Para un gato, estos cambios representan una pérdida de control de su entorno, lo que puede generar ansiedad. Muchos gatos no muestran el estrés de forma evidente, sino que lo somatizan. Por eso, un gato aparentemente “tranquilo” puede comenzar a enfermarse días después.
Riesgos típicos de la Navidad en gatos
Además del estrés emocional, la Navidad trae consigo riesgos físicos reales que deben prevenirse.
Intoxicaciones alimentarias
Aunque no es común que los gatos prueben alimentos nuevos, siempre es importante tener precaución con productos como chocolate, cebolla, ajo, uvas, alcohol, restos de comida humana y ciertos edulcorantes altamente tóxicos para los gatos. Incluso pequeñas cantidades pueden causar problemas graves.
Adornos peligrosos
Cintas, adornos pequeños, luces, agujas del árbol y envolturas pueden ser ingeridas accidentalmente, provocando obstrucciones intestinales. En gatos jóvenes también es frecuente que, al jugar con cables o luces, sufran electrocución, lo que en algunos casos puede ser mortal.
Plantas tóxicas
El muérdago, la flor de pascua y otras plantas navideñas son tóxicas para los gatos. Aunque no es una flor típica de Navidad, es importante recordar que los lirios son extremadamente tóxicos para ellos.
Escapes
Las puertas abiertas constantemente, las visitas entrando y saliendo y las ventanas abiertas aumentan el riesgo de que un gato estresado intente huir.
Menor atención veterinaria
Durante los festivos, muchos centros veterinarios reducen sus horarios o cierran, lo que puede complicar una urgencia si no se está preparado.
Cómo ayudar a tu gato a pasar una Navidad más tranquila
La clave está en anticiparse. Algunas recomendaciones prácticas y efectivas son:
Respeta su espacio seguro
Asegúrate de que tu gato tenga una habitación o zona tranquila donde pueda refugiarse, lejos del ruido y las visitas. No lo obligues a socializar. Si es posible, realiza enriquecimiento ambiental en este espacio con cajas y túneles.
Mantén sus rutinas
Intenta conservar sus horarios de comida, juego y descanso. La rutina le brinda seguridad.
Evita forzarlo al contacto
Aunque quieras cargarlo o mostrarlo, respeta sus señales. Un gato estresado necesita distancia, no más estímulos.
Supervisa alimentos y objetos
Nunca le ofrezcas comida humana y mantén las decoraciones fuera de su alcance. Si deseas consentirlo, ofrece alimento para gatos o snacks diseñados especialmente para ellos.