¿Qué pasa si mi gato come un dulce?
Depende del tipo de dulce y la cantidad. Si solo fue una pequeña miga o una lamida, lo más probable es que no ocurra nada grave. Pero si consume azúcar en exceso, pueden aparecer síntomas como vómitos, diarrea o, a largo plazo, problemas como sobrepeso, resistencia a la insulina y enfermedades dentales.
Además, si el dulce contiene xilitol, chocolate, pasas o cafeína, puede ser altamente tóxico. En esos casos, lo mejor es acudir de inmediato al veterinario, ya que estos ingredientes afectan directamente su sistema nervioso y digestivo.
¿Qué tipo de dulces pueden comer los gatos?
En pocas palabras: ninguno. Los gatos son carnívoros estrictos, y su organismo está diseñado para obtener energía de las proteínas y grasas de origen animal, no de los carbohidratos o azúcares simples.
Si quieres consentirlos, opta por premios o snacks específicos para gatos, formulados con ingredientes seguros, funcionales y nutritivos. Así le das un gusto sin comprometer su salud.
Tip Nutriss: en lugar de ofrecer dulces, puedes consentirlo con Nutriss Trocitos Húmedos para gatos, una opción deliciosa y saludable. Sus sabores a pollo o carne le encantan y aportan hidratación, textura y nutrición balanceada, mucho más segura que cualquier postre humano.