Guía para alimentar a un gato en todas sus etapas

Cuándo introducir alimento sólido a un gatito

A partir de las cuatro semanas, puedes comenzar a introducir alimento sólido, pero asegúrate de que esté formulado específicamente para gatitos. Este es un momento clave para su desarrollo, por lo que necesitará nutrientes que apoyen su crecimiento.

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Tip: Establecer una rutina de alimentación desde temprano ayudará a tu gato a mantener un peso saludable a lo largo de su vida. Además, no olvides proporcionarle agua fresca en todo momento.

Hasta los 12 meses de edad, tu gato está lleno de energía, explorando cada rincón de su mundo y jugando sin parar. Para soportar este nivel de actividad, necesita una dieta rica en proteínas y grasas, que le proporcionen la energía necesaria para seguir trepando y corriendo.

Cómo alimentar a un gato adulto (de 1 a 7 años)

Cuando tu gato alcanza su primer año, ya ha dejado atrás su etapa de crecimiento más acelerado. Ahora necesita una alimentación equilibrada que mantenga su musculatura, cuide su salud digestiva y proteja su sistema urinario. Una dieta con al menos un 30% de proteína es ideal para asegurar que mantenga su masa muscular y vitalidad.

Te recomendamos Nutriss Adultos, disponible en sabores deliciosos como Salmón y Atún, o Cordero y Pollo. Este alimento contiene un 32% de proteína y extracto de arándano, que contribuye al cuidado del sistema urinario. Además, la fibra y la lignocelulosa ayudan a prevenir las bolas de pelo, mientras que los prebióticos y probióticos promueven una digestión saludable.

Tip clave: A medida que tu gato adulto se vuelve menos activo, es importante monitorear su peso para evitar el sobrepeso. Debes jugar con él y ofrecerle estímulos.

Alimentación para gatos seniors (mayores de 7 años)

Cuando tu gato llega a la etapa senior, su metabolismo se ralentiza y sus necesidades nutricionales cambian. En esta fase, es esencial proporcionarle alimentos que mantengan su masa muscular, sin exceder en calorías. Por eso, opta por alimentos ricos en taurina y ácidos grasos Omega-3 y Omega-6 para cuidar su sistema inmunológico y sus articulaciones. Y recuerda ofrecer porciones más pequeñas pero frecuentes para facilitar su digestión.