4. Cambios en la piel y el pelaje
¿Has notado que se rasca mucho, se lame las patas o tiene caspa? Un pelaje opaco, caída excesiva o picazón constante pueden tener relación directa con su alimentación. Algunas veces es intolerancia a ciertos ingredientes, y otras, deficiencia de nutrientes clave como ácidos grasos, vitaminas o minerales. Un alimento más balanceado, con proteínas de buena calidad y sin ingredientes artificiales, puede ayudar a que recupere la salud de su piel y pelaje.
5. Está entrando en una nueva etapa de vida (y su alimento no lo sabe)
Un cachorro no necesita lo mismo que un adulto. Y un adulto no necesita lo mismo que un perro senior. Su organismo cambia, y su dieta también debe hacerlo.
Muchos Dog Lovers siguen con el mismo concentrado sin notar que su perro ya cambió de etapa. A partir del año, algunos deben cambiar a fórmula adulto. Y entre los 6 y 8 años, empezar con alimento senior. Si no ajustas su dieta, podrías estar dándole menos —o más— de lo que necesita.
¿Qué hacer si notas una (o varias) de estas señales?
No se trata de hacer cambios al azar ni probar todos los alimentos del mercado. Si identificaste alguna de estas señales, acude a tu veterinario. Él podrá evaluar a tu perro, su estado de salud y recomendar el mejor alimento para su bienestar.
Recuerda que cada perro es único, y lo que funciona para uno no necesariamente es ideal para otro. Lo más importante es su salud y ese vínculo que tú fortaleces todos los días con el alimento que eliges.