¿Cuándo los lamidos pueden ser señal de algo más?
Ansiedad o estrés: Si los lamidos son excesivos y se acompañan de otras conductas como jadeo, inquietud o temblores, podrían estar manifestando estrés. Algunos perros incluso se lamen compulsivamente a sí mismos.
Dolor o incomodidad: Cuando un perro lame una parte específica de tu cuerpo de forma insistente, algunos creen que podría detectar un cambio, como inflamación u hormonas. Aunque no está comprobado del todo, es una razón más para prestar atención.
Falta de atención o estimulación: Un perro que pasa mucho tiempo solo o sin actividad puede recurrir a los lamidos como forma de entretenerse o buscar contacto.
Lee también: Cómo los perros eligen a sus personas favoritas
¿Qué hacer si mi perro me lame demasiado?
- Evalúa el contexto: ¿Lo hace cuando estás tranquilo, después de jugar o en momentos de tensión?
- Redirige con cariño: Si ya es demasiado, distráelo con un juguete o una caricia en otra parte.
- No lo regañes: Es una conducta natural. En lugar de castigar, corrige con firmeza y afecto.
- Consulta si es excesivo: Si notas obsesión o ansiedad, lo mejor es acudir a un veterinario o etólogo para descartar causas médicas o conductuales.
Los lamidos de quien te nutre la vida pueden ser una de las muestras de cariño más sinceras. Para un verdadero Dog Lover, entender estos gestos es parte de fortalecer ese vínculo que los une. En Nutriss, creemos que cada expresión cuenta, y por eso te acompañamos con información útil, porque tú los nutres, y ellos te nutren la vida.