Establece reglas desde el principio

La clave para evitar que tu perro mendigue en la mesa es establecer reglas claras desde el principio. Si bien puede ser tentador darle un bocado ocasional, es fundamental ser coherente con las reglas que estableces. Si le das comida en un momento y no en otro, tu amigo podría confundirse. Sé firme y coherente en tus decisiones.

Entrenamiento y recompensas

El entrenamiento es esencial para enseñar a tu perro buenos modales a la hora de la comida. Utiliza comandos como "quieto" o "No" para indicarle dónde debe estar mientras tú disfrutas de tus comidas. Refuérzalo positivamente cuando obedezca, ya sea con caricias, elogios o alguna golosina especial para perros. Asocia la obediencia con experiencias positivas.

Crea un espacio propio para tu perro

Asegúrate de que tu perro tenga su propio lugar cómodo y acogedor durante las comidas. Puedes ubicar su cama o cobija cerca de la mesa para que se sienta incluido sin estar directamente involucrado en la comida humana. Esto ayudará a reducir la ansiedad y la tentación de mendigar.

Aliméntalo antes de tus comidas

Una estrategia efectiva es alimentar a tu perro antes de sentarte a la mesa. Si ya está satisfecho, será menos probable que busque comida adicional. Asegúrate de proporcionarle una dieta balanceada y completa para que esté plenamente satisfecho.

Ignora el comportamiento no deseado

Si tu perro intenta mendigar o robar comida, la mejor respuesta es ignorar ese comportamiento. No lo recompenses con atención o comida, ya que esto podría reforzar la conducta. En cambio, premia y celebra su buen comportamiento cuando se queda tranquilo durante tus comidas.

Usa juguetes y distracciones

Proporciona juguetes masticables u objetos para que tu perro se entretenga durante el tiempo de comida. Esto le dará algo en lo que concentrarse, disminuyendo así su interés en la comida de la mesa.

Sé consciente de tus acciones

Los perros son expertos en detectar señales no verbales. Evita mirar a tu perro o ceder a su mirada durante las comidas. Mantén una actitud tranquila y relajada para transmitirle que no hay necesidad de preocuparse por tu comida.

En resumen, la clave para evitar que tu perro pida comida en la mesa radica en la consistencia, el entrenamiento positivo y la creación de un ambiente donde se sienta cómodo y satisfecho. Con paciencia y dedicación, lograrás que la hora de la comida sea un momento agradable para todos, sin la incomodidad de las miradas suplicantes. ¡Disfruten juntos de una convivencia armoniosa y llena de amor canino!