2. Familiarízalo con el entorno y las personas
Si es posible, lleva a tu perro a conocer el lugar y a las personas que lo cuidarán. Esto le ayudará a sentirse más cómodo cuando lo dejes. En caso de que sea un familiar o amigo, permite que pasen tiempo juntos antes de tu viaje.
3. Mantén su rutina
Aunque no estés en casa, es importante que su rutina diaria se mantenga lo más similar posible. Informa al cuidador sobre sus horarios de comida, paseos y descanso para que tu perro sienta menos cambios.
Durante el viaje: consejos para reducir su ansiedad
4. Deja objetos que le den confort
Lleva su cama, mantas o juguetes favoritos al lugar donde estará. Estos objetos familiares le darán tranquilidad y lo ayudarán a adaptarse más rápido.
5. Comunícate con el cuidador
Mantente en contacto con la persona o lugar donde esté tu perro. Solicita actualizaciones, fotos y videos para asegurarte de que está bien cuidado y feliz.
6. Mantén la calma al despedirte
Los perros son muy receptivos a nuestras emociones. Si estás ansioso o triste, tu perro también lo percibirá. Despídete con calma y seguridad, transmitiendo confianza.