Preparación anticipada
La preparación es clave para una transición exitosa. Antes de la llegada del bebé, trabaja en la obediencia de tu perro. Asegúrate de que responda de manera confiable a comandos básicos como "sentado", "quieto" y "ven". Esto facilitará la gestión del comportamiento de tu perro cuando el bebé esté en casa.
Educación continua
La educación de tu perro no debe detenerse una vez que llegue el bebé. Continúa con sesiones de entrenamiento regulares para reforzar las habilidades de tu mascota y garantizar un comportamiento adecuado.
Introduce los olores del bebé
Antes de que el bebé llegue a casa, lleva a casa una manta o ropa con el olor del recién nacido. Esto permitirá que tu perro se acostumbre al olor y reducirá la curiosidad inicial.
Socialización con bebés
Si es posible, permite que tu perro interactúe de manera controlada con otros bebés antes de la llegada del tuyo. Esto puede ayudar a tu perro a acostumbrarse a la presencia de los bebés y aprender a comportarse adecuadamente.
Mantén las rutinas
Los perros son criaturas de hábitos. Aunque los horarios pueden cambiar con la llegada del bebé, trata de mantener las rutinas de tu perro, como los paseos y la hora de la comida, lo más consistentes posible.
Supervisión constante
Nunca dejes a tu perro solo con el bebé, especialmente al principio. Mantén una supervisión constante para asegurarte de que la interacción entre ellos sea segura.
Establece espacios seguros
Crea áreas separadas y seguras para tu perro y tu bebé. Utiliza puertas para bebés o barreras para evitar que tu perro acceda a ciertas habitaciones o áreas donde el bebé esté jugando o durmiendo.
Enseña límites
Enséñale a tu perro que el espacio del bebé es "intocable". Puedes usar comandos como "fuera" o "no" para mantener a tu perro alejado de la cuna o la zona de juegos del bebé.