Pulgas
Las pulgas son parásitos externos que se alimentan de la sangre de tu perro. Estos pequeños insectos saltadores pueden causar picazón intensa, irritación de la piel y alergias. Las pulgas son altamente contagiosas y pueden infestar rápidamente tu hogar si no se controlan adecuadamente. La prevención es clave, y existen productos antipulgas disponibles en el mercado, como collares, pipetas y champús, que pueden ayudar a mantener a raya a estos molestos parásitos.
Garrapatas
Las garrapatas son otro tipo de parásito externo que puede transmitir enfermedades graves, como la enfermedad de Lyme y la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas. Suelen adherirse a la piel de tu perro, especialmente en áreas con vegetación alta. Es importante revisar a tu perro después de paseos al aire libre y usar productos antiparasitarios específicos para garrapatas. La extracción de garrapatas debe hacerse con cuidado para evitar dejar partes del parásito en la piel de tu perro.
Ácaros de oído
Los ácaros de oído son parásitos microscópicos que pueden infestar el canal auditivo de tu perro. Los síntomas incluyen picazón en los oídos, sacudidas constantes de la cabeza y secreción. Los tratamientos para eliminar los ácaros de oído están disponibles en forma de gotas y ungüentos, y tu veterinario puede proporcionarte la mejor opción.
Gusanos intestinales
Los gusanos intestinales, como las lombrices y tenías, son parásitos internos que pueden causar problemas digestivos, pérdida de peso y debilidad en tu perro. La infestación por gusanos intestinales suele ser asintomática en sus etapas iniciales. Es importante realizar exámenes fecales periódicos en el veterinario y administrar desparasitantes según las recomendaciones de tu profesional de la salud animal.