Mi nombre es Leidy y quiero compartir la historia de mis queridas perritas, Diva y Thara, quienes han transformado nuestra vida con su amor y alegría.
Diva es una bulldog francés de 5 años. Su vida antes de llegar a nosotros fue muy dura; vivía en un lugar oscuro y feo, confinada a un pequeño cuarto. La usaban para tener muchos cachorros, los cuales le quitaban apenas nacían. Un día, un alma bondadosa la rescató de esa vida y me la entregó para que la adoptara. Desde entonces, hace ya 3 años, Diva ha sido parte de nuestra familia. Es increíblemente feliz, y nosotros la cuidamos y amamos profundamente.
Thara, por otro lado, tiene 4 años. Su historia también es dolorosa; su anterior familia la abandonó, dejándola amarrada en una casa por varios días sin comida ni agua. Un buen samaritano la encontró y la liberó, y Thara vagó por las calles hasta que, por obra del destino, me siguió hasta nuestra casa. Al llegar, encontró un hogar cálido y amoroso, con una hermana perruna y un gato que se ha convertido en su amigo. Ya lleva un año y medio con nosotros, y nunca volverá a pasar hambre ni soledad. Nos ama tanto como nosotros a ella, y es una bendición tenerla en nuestras vidas.
Diva y Thara nos han enseñado lo que significa la resiliencia y el amor incondicional. Cada día nos esforzamos por darles todo el amor y cuidado que merecen, y ellas nos lo devuelven con creces. Estamos infinitamente agradecidos por su presencia y por la alegría que traen a nuestro hogar.