Mauricio Villalobos, médico veterinario, es un apasionado Dog Lover porque su profesión, según él, no podría ejercerse sin amar a los animales. Desde niño, aunque su padre no permitía tener mascotas, Mauricio descubrió su amor por los perros cuando llegó su primera mascota. La compañía y gratitud de los perros lo cautivaron.
Mauricio estudió medicina veterinaria y su dedicación a perros y gatos lo define como un verdadero Dog Lover. No solo ejerce su profesión, sino que la vive, amando y respetando a sus pacientes. Trabajar con perros ha hecho de Mauricio una persona más compasiva y empática, tanto con las mascotas como con sus familias.
El apoyo emocional que Mauricio recibe de sus pacientes es invaluable. En una profesión tan estresante, acariciar a una mascota libera endorfinas, mejorando su salud mental. Este efecto antiestrés también beneficia a los tutores de sus pacientes.
Para fortalecer el vínculo entre una persona y su perro, Mauricio recomienda construir rutinas, como caminatas y juegos, evitando el uso excesivo de alimentos como recompensa. Un momento emotivo en su carrera fue aplicar la eutanasia a su perrita Princesa, una experiencia que lo hizo ser un mejor veterinario al entender el dolor de perder a un ser querido.
Aunque actualmente no tiene perros, Mauricio siente un vínculo especial con Coraje, el perro de su hermano mayor, adoptado en su vejez. Los perros le han enseñado a amar sin condiciones y a no guardar rencor.
Mauricio espera que su contenido ayude a las personas a entender mejor a sus mascotas, promoviendo el respeto y cuidado hacia ellas. A sus colegas veterinarios, desea transmitir la alegría de ejercer esta profesión y la importancia de la empatía con los tutores de mascotas.