Conocimos a Nina a través de Facebook y ahí nos dimos cuenta que las redes sociales a veces realmente pueden cumplir su propósito, en una publicación vi el caso de una chica llamada Erika que compartió algunas de las fotos de la perrita con la siguiente descripción: urgente difundir en Belén Altavista, la amarraron a un montículo. Yo me conmoví muchísimo, yo compartí el caso en mis redes y empecé a darle seguimiento al tema, pasaron los días y nadie decía nada, era como si a nadie le importara, pues me lo empecé tomar muy personal, ahí estamos en una época muy similar a ésta en cuanto a climas, estaba lloviendo impresionantemente y eso me martirizaba aún más, el solo hecho de pensar en ella bajo la lluvia amarrada a un palo y en un basurero. Al cabo de unos días le dije a mi pareja, Mateo, necesitamos hacer algo, yo necesito hacer algo por esta perra y empecé también a escribirle a varios compañeros del grupo Pitbull Medellín en Facebook, grupo al cual pertenecemos por mi otra perra Queen, con fotos empezamos a recolectar los fondos para sacar a Nina de ese lugar.
El objetivo inicial era sacarla de allá y luego llevarla a una guardería para poder tenerla mientras le encontrábamos un hogar, empezamos a sensibilizar a muchas personas y recibimos un montón de donaciones, gracias a todas estas personas Nina logró recolectar cerca de 900 mil pesos, con ese dinero compramos alimento, correas, juguetes, sus vacunas y algunos medicamentos. Al siguiente día dijimos ¡listo, vamos por ella! Tan pronto como pude llamar a Erika y nos fuimos en el carro, teníamos mucho susto porque es una zona un poco conflictiva y de pronto podíamos toparnos con personas que no entendían que era por el bien de la perrita. Al llegar Niña estaba un poco reactiva, asustada, y agresiva, era entendible, nosotros éramos desconocidos para ella, y ella ya había pasado por varias situaciones de maltrato que causaban este comportamiento de respuesta, sus “‘dueños”’ de forma brusca la agarraron y la soltaron, desde ese momento Nina sintió confianza de caminar con mi esposo y de forma un poco forzada la logramos meter al auto.
Nina estaba en condiciones deplorables en su lomo tenía una bola de tener las cadenas de metal al cuello, estaba muy desnutrida y los olores de su cuerpo eran bastante fétidos, de igual forma yo no cabía de emoción y la alegría de haber sacado a Nina de aquel lugar. Esa noche quiso dormir en la cama de mi pareja y aunque no la habíamos bañado, soportamos el olor y la dejamos, para darle la confianza que ella necesitaba, de forma tierna Nina puso su cabeza sobre su pecho y mientras lo miraba y le movía su colita se quedó dormida.
Nuestro compromiso era buscar la familia ideal para Nina y entonces empezamos a difundir su historia, efectivamente resultó una familia, entonces sentimos en ese momento que no estábamos tomando la mejor decisión, sin embargo la dejamos allá, tuve muchos sentimientos encontrados y un presentimiento raro que no supe descifrar. Pasaron algunos días y la familia nos llamó para devolvernos a Nina, pues era una pareja que se iba a separar y ninguno de los dos podía tenerla. sin dudarlo fui por ella y esta vez para dejarla por siempre conmigo.
Desde entonces Nina es la pieza que nos hacía falta, ahora come de todo, es una perra feliz, que juega, corre, salta y se divierte junto a su hermana. A veces no podemos arreglar el mundo pero nosotros arreglamos el mundo de Nina y ella el nuestro. ya vamos para dos años con ella y le hemos celebrado su primer año de adopción con torta y fiesta, a ellas las llevamos a todas partes, porque son nuestra familia.