Gatos e hidratación: Lo que necesitas saber

¿Cuánta agua necesita un gato diariamente?

La cantidad de agua que un gato debe consumir varía según su peso, edad y dieta, pero en promedio, un gato debería beber unos 50-70 ml de agua por kilogramo de peso al día.

¿Cuáles son las señales de deshidratación en los gatos?

Identificar la deshidratación en los gatos puede ser complicado, pero algunas señales pueden darte indicios: encías secas, pérdida de elasticidad en la piel (si al levantar suavemente la piel no regresa rápidamente a su lugar), ojos hundidos y disminución en la frecuencia de micción. Si notas alguno de estos síntomas, es importante tomar medidas para rehidratar a tu gato y consultar al veterinario si la deshidratación persiste.

¿Cuáles son los beneficios de una buena hidratación para los gatos?

Mantener una hidratación adecuada ayuda a prevenir enfermedades renales, infecciones urinarias y problemas digestivos como el estreñimiento. Además, puede disminuir el riesgo de formación de cálculos y cristales en el tracto urinario, condiciones que pueden causar mucho dolor y requerir atención veterinaria. La buena hidratación es clave para evitar que estas condiciones afecten la calidad de vida de tu gato.

¿Cómo mantener hidratado a mi gato?

Aquí te dejamos algunos consejos para ayudar a que tu gato se mantenga bien hidratado.

1. Ofrece agua fresca y limpia: Cambia el agua diariamente, y prueba con diferentes tipos de recipientes. A muchos gatos les atraen más los bebederos automáticos, que simulan el agua en movimiento.
2. Coloca varias fuentes de agua: Tener más de un bebedero en casa en diferentes ubicaciones facilita el acceso y puede motivar a tu gato a beber más. También puedes probar con diferentes tipos de recipientes, como de vidrio, cerámica o acero inoxidable, para ver cuál prefiere tu gato.
3. Prueba con cubos de hielo: Algunos gatos encuentran divertido jugar y lamer los cubos de hielo, lo que puede contribuir a su ingesta de agua.

Algunos mitos sobre los gatos y el agua

Uno de los más comunes es que "los gatos no necesitan tanta agua", cuando en realidad, el acceso a agua fresca es fundamental para su salud. Otro mito popular es que "los gatos no beben de fuentes corrientes", sin embargo muchos prefieren beber de fuentes en movimiento, que les recuerdan al agua en la naturaleza. Por último, se cree que "a los gatos no les gusta el agua" o que "le temen al agua", pero aunque suelen ser cautelosos, algunos gatos disfrutan de jugar con el agua o incluso de beber de grifos y fuentes.