Gotas respiratorias

El virus del moquillo se libera en el aire a través de las gotas respiratorias expulsadas por un perro infectado al toser, estornudar o simplemente al respirar. Estas partículas virales pueden permanecer suspendidas en el aire durante un período de tiempo y pueden ser inhaladas por perros sanos que se encuentren en las cercanías, lo que facilita la propagación del virus.

Objetos contaminados

El moquillo también puede propagarse a través de objetos contaminados, como tazones de comida, juguetes, correas o cualquier superficie que haya sido expuesta a las secreciones de un perro infectado. Si un perro sano entra en contacto con estos objetos y luego se lame la nariz, boca u ojos, puede infectarse con el virus del moquillo.

Exposición a animales salvajes

Los animales salvajes, como los zorros, mapaches y coyotes, también pueden ser portadores del virus del moquillo. Si un perro tiene contacto con un animal infectado o entra en contacto con superficies contaminadas por estos animales salvajes, existe un riesgo de contagio.

Es importante destacar que los perros no son la única fuente de infección para otros perros. El moquillo también puede transmitirse a través de animales que son portadores asintomáticos o que han superado la enfermedad pero todavía eliminan el virus. Estos animales pueden parecer sanos, pero aún pueden transmitir el virus a otros perros susceptibles.

La vacunación es la mejor forma de prevenir la propagación del moquillo en perros. Las vacunas adecuadas pueden proporcionar inmunidad y proteger a los perros contra esta enfermedad. Además, es importante mantener una buena higiene, limpiar y desinfectar regularmente los objetos y superficies que puedan estar expuestos a secreciones de perros infectados, y evitar el contacto con animales salvajes de dudosa procedencia.