Factores genéticos
La respuesta fisiológica puede variar en función de la variabilidad genética, el sexo y la raza. Hay animales que presentan una predisposición genética a manifestar ansiedad.
Cada animal tiene su propio carácter, relacionado con los factores ambientales y hereditarios. Mientras algunos son confiados y sociables. Otros son tímidos y asustadizos.
Mala socialización
Hay perros que han sido separados de sus madres al nacer o al poco tiempo después. La madre es fundamental en el desarrollo de un cachorrito. Les da seguridad y les enseña cómo deben reaccionar frente a determinados estímulos. Si no tienen la posibilidad de recibir sus cuidados, ya sea porque muere en el parto o porque le retiran las crías demasiado pronto, los cachorros pierden la oportunidad de aprender y crecer "seguros".
Sabemos que el período de socialización de los perros y gatos dura hasta los 4 o 5 meses y medio. Si durante este tiempo no tienen contacto con los estímulos habituales del resto de su vida, cuando se enfrenten a situaciones nuevas reaccionan con estrés. El resultado puede ser:
- Animales extraordinariamente tímidos y asustadizos.
- Animales con reacciones exageradas: ataques, mordiscos...
Experiencias traumáticas
LLos perros bostezan cuando están cansados o aburridos, sin embargo, también bostezan cuando están estresados. Un bostezo estresante es más prolongado e intenso que un bostezo somnoliento. Los perros también pueden babear y lamer excesivamente cuando están nerviosos.
Situaciones traumáticas hacen que los animales no quieran/sepan cómo afrontarlas y queden marcados de por vida. Un ejemplo de estas situaciones son:
El abandono quizás sea el que podemos entender más fácilmente.
- En el día a día, un ataque por un perro puede hacer que nuestro animal no vea a otros perros como compañeros de juego y huya de ellos o se vuelva agresivo.
- Una situación de malos tratos puede traumatizar a nuestra mascota para siempre.
Sonidos fuertes
Estos sonidos son desconocidos para los perros. Normalmente, cuando oyen un sonido, buscan a su alrededor el origen. Una vez lo descubren tratan de eludirlo. Si no pueden se esconden y esperan a que pase. Cuando el sonido es de tormenta o de petardos, no pueden evitarlo ni localizarlo, por lo que tratarán de esconderse. Depende de si tienen lugares adecuados para esconderse y del grado de fobia que padezcan.
Situaciones nuevas
- El cambio de vivienda puede suponer un factor de estrés en nuestro perro. Por ejemplo, si pasamos de una casa con jardín a un piso. El entorno es muy diferente y puede hacer que nuestra mascota se sienta confusa.
- La llegada de un bebé supone una situación estresante para los padres. Esa misma excitación podemos trasladarla a nuestra mascota sin querer.
- Las obras en el propio domicilio o en los alrededores, incluso en la calle, pueden afectar mucho a tu perro.
- La llegada de una nueva mascota debe ser preparada con antelación. Buscar un lugar dónde el nuevo animal pueda comenzar a adaptarse y ver cuál puede ser la mejor manera de presentarlo a la mascota que tenemos en casa. Cuando adoptamos o recogemos a un animalito nuevo, pensamos solamente en salvarlo de una situación problemática, ya que a veces se nos olvida pensar en la mascota que tenemos en casa.