Prevención
Si conoces el desencadenante del mal comportamiento de tu perro, puede ser fácil eliminar el mal comportamiento. Por ejemplo, reemplaza el timbre de la puerta cuando el sonido provoque un ladrido, no dar las sobras de la mesa para evitar que pida o mantén a tu perro fuera de la cocina si el contraataque es un problema, pueden ser una de las formas de reencaminar su conducta en determinados casos. Sin embargo, es importante que en todo momento este sea guiado por un entrenador canino.
Conocer a tu perro
En algunos casos, el mal comportamiento puede deberse a que no conoces las necesidades de tu perro. Un cachorro o un perro mayor que puede orinar en la casa podría beneficiarse de ir al baño con más frecuencia afuera. Reconocer las señales de tu perro puede ayudarte a saber lo que necesita para que puedas evitar que realice actos indebidos.
Ejercicio
Algunos malos comportamientos, como cavar o perseguir, pueden ser el resultado de la energía reprimida. Realizar ejercicio con tu perro puede ayudar a quemar energía, para reducir sus niveles de estrés o ansiedad, recuerda que reforzar el vínculo con tu perro es importante.
Ignora el comportamiento
Muchos tipos de mal comportamiento están destinados a llamar la atención, como saltar, ladrar o rogar. Si ignoras el comportamiento, tu perro no obtendrá la atención que busca y su comportamiento eventualmente podría cambiar.
Redirección
Algunos comportamientos que pueden parecer malos son en realidad instintivos para un perro, como masticar y cavar, y puede ser imposible detenerlos por completo. En su lugar, puedes direccionar a opciones más apropiadas, como proporcionar juguetes seguros para masticar o permitir que cabe en un lugar específico para evitar que el resto de tus posesiones y el jardín reciban un trato no deseado.
Mantener la calma
No importa cuál sea el mal comportamiento de tu perro, es importante mantener la calma. Tu emoción, incluso si gritas o gesticulas porque estás enojado o molesto, podría verse como un juego o un estímulo, algo que tu perro tomará como alerta. En su lugar, mantén la voz baja y nivelada con gestos lentos y deliberados para ayudar a calmar a su mascota.
Comandos de interrupción
Cuando tu perro está haciendo algo malo, puede ser útil tener un comando de interrupción que tu perro tenga interiorizado. Puedes usar "¡Alto!" "¡No!" "¡Déjalo caer!" o "¡Déjalo!" para llamar su atención y hacerle saber que su comportamiento es inaceptable. Un tono de voz áspero y fuerte ayudará a reforzar el significado de la orden y le enseñará a tu perro a detenerse y desistir.
Socialización
Con algunos comportamientos, la socialización puede ser todo lo que se necesita para corregir la conducta. Cuanto más acostumbrado está el perro a diferentes sonidos y olores, es menos probable que reaccione de forma exagerada ante una nueva sensación. Una mayor exposición ayudará a tu perro a aclimatarse a diferentes entornos para minimizar cualquier mal actitud.
Práctica
Reforzar regularmente el entrenamiento con tu perro lo ayudará a mantenerse unido a ti y a reconocerte como una figura de autoridad, lo que puede ayudar a minimizar el mal comportamiento cuando das órdenes o usas otras técnicas para desalentar diferentes acciones. La clave es ser siempre constante y todos los miembros de la familia deben usar las mismas técnicas para detener el mal comportamiento.
Acude a un entrenador
En cualquier caso puede ser necesario trabajar con un entrenador para tratar de frenar el mal comportamiento de un perro. Un entrenador puede ofrecerte varias opciones para controlar los comportamientos no deseados y puede ayudarte a encontrar lo que funcionará mejor para tu perro y así evitar que realice acciones no deseadas en cualquier etapa de su vida.